
Esta semana, 26 países declararon que, la guerra en Gaza debe terminar de inmediato, y los
sionistas respondieron diciendo que, Israel tiene el “derecho a la defensa”; desafuero que cuenta con el respaldo de los gobiernos de Estados Unidos y Alemania.
El principal conflicto de Asia occidental, enfrenta al pueblo palestino que resiste la agresión de los extremistas judíos sionistas, quienes, para despojarles su tierra, cometen contra ellos un Genocidio que completa un siglo. Por esta vía, construyeron el llamado Estado de Israel y ahora usando el hambre como arma, persiguen exterminar lo que queda de la población palestina, que sobrevive bombardeada en la Franja de Gaza. Para encubrir el crimen que perpetran, alegan que Israel tiene que “defenderse” de la lucha de resistencia que hacen los palestinos; narrativa depravada que difunden los grandes medios de difusión, propiedad de los oligopolios de los países occidentales.
En esta heroica lucha por Palestina, los pueblos hemos recordado que en todo conflicto existen dos partes, el agresor y el agredido, y que este tiene el legítimo derecho a la defensa, que incluye rebelarse y resistir la agresión hasta con el alzamiento armado. Por tanto, resulta absolutamente falso que, los sionistas se disfracen como víctimas y aleguen que “se están defendiendo”.
En Colombia, la oligarquía y el imperio para impedir que el líder liberal socialista Jorge Eliécer Gaitán, ganara la
presidencia, lo asesinaron en 1948; en respuesta a esta agresión, el pueblo creó las guerrillas, estallando un conflicto que dejó 600.000 víctimas. En 1964, surgió una nueva generación de guerrillas revolucionarias, entre ellas el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Esta es la historia real del conflicto interno, que también pretenden esconderla, afirmando que la oligarquía y el imperio son las “víctimas”, de las luchas de resistencia del pueblo colombiano; además de tratar de presentar el genocidio continuado contra los líderes populares, como una “defensa” del capitalismo mafioso que rige en el país.
Es ‘tapar el sol con un dedo’ decir que no existe un conflicto interno de carácter social, político y armado, que enfrenta a la oligarquía y al imperio, contra las fuerzas populares. Porque, ante el empobrecimiento y exclusión creciente de la mayoría, y el vasallaje de nuestro país ante el imperio, la lucha y resistencia popular continuará, hasta lograr que Colombia sea una nación soberana, democrática y en paz.
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INSURRECCIÓN 1010