La Ciudad, Octubre 2024.
Compañera,
Sé que no es fácil ver pasar el tiempo desde la inacción de un «estado» cobarde y represivo que se ensaña contra nuestras ideas de cambio, libertad, amor fraterno e igualdad, que desconoce nuestra proclama revolucionaria, que nos quiere doblegados ante su poder impositivo como borregos que no piensan, no luchan, no aman y no sueñan.
En medio de estas condiciones adversas las contradicciones de la vida nos han llevado a encontrarnos a la distancia. En la sororidad de las letras que describen la fuerza y el espíritu revolucionario que nos motiva a seguir en esta lucha.
Esta bien sentir que flaqueamos, que nuestras ideas se vuelven utópicas en un sistema tan desigual como el que vivimos, estar lejos de la familia que elegimos para luchar y construir un mejor mañana nos hace vulnerables a la inclemencia de esos que se proclaman «fuerzas estatales» y que pretenden imponer la autoridad sin negociarla o querer perder un ápice de sus privilegios. Sin embargo, sepa que reconocerla a usted como parte de esta familia nos transmite la fuerza para continuar luchando y poder volver a encontrarnos en una Colombia distinta, con la que soñamos cada día y de la que no desistimos en buscar, para poder encontrarnos en un abrazo fraterno en un mañana y celebrar la victoria de nuestros ideales.
Su estadía allá es el faro que nos guía para romper la inequidad y nos motiva a buscar una verdadera justicia donde no nos opriman por pensar, por sentirnos diferentes, por ser mujeres, por creer que las utopías son posibles, para poder estar juntos de nuevo, vivir como la familia que elegimos y que merecemos para el cambio de la Colombia que soñamos.
Me motiva escribirle desde la certeza que al final de este viaje nos encontraremos de nuevo y saldremos victoriosos de estos tiempos difíciles.
Quiero extenderle mi fuerza, mi hombro y mis brazos para sostenerla, para apoyarla en sus momentos de debilidad, para alzarlos en los momentos de alegría. Aquí estamos por usted y para usted.
Con toda mi admiración y respeto.
Juana
Tomadao De:
Carta para las compañeras que resisten desde las cárceles #1